Érase una vez un rey que reinaba en un pequeño y bonito pais llamado ALOMEJOR. Estaba casado con una buena mujer llamada ARROZ. Se me olvidaba deciros que el rey tenía también un peculiar nombre: se llamaba FIDEO.
Lo que más nos interesa de esta historia es que al cabo de unos años de reinado tuvieron un hijo al cual no sabían como llamar. Querían ser originales y darle un nombre nuevo que no existiera y que todo el mundo pudiera en un momento dado recordar sin ningún tipo de duda.
Como eran unos buenos reyes, gustaban de hacer partícipes a todo el pueblo de las decisiones más importantes del reino, por lo que optaron por realizar una consulta a todo el mundo para elegir el nombre del nuevo príncipe y futuro rey.
Los ciudadanos tuvieron toda una semana para poder ir a palacio y participar en esta peculiar consulta. hubo nombres para todos los gustos: Jaime de Todos las Santos, Francisco Javier I, Alcornoque, Segismundo...
Finalmente el nombre que obtuvo más votos fue el de SOPA. No hubo duda. Ganó por mayoría absoluta. Dos de cada tres personas que participaron en esta trascendente decisión votaron por el nombre de SOPA. El príncipe y futuro rey de ALOMEJOR se llamaría finalmente SOPA DE FIDEO Y ARROZ.
Aquí no acaba todo. Cuando el príncipe se hizo mayor se casó con una bella muchacha llamada GARBANZA, que llegó a ser reina de ALOMEJOR junto al rey SOPA.
Ellos tuvieron también descendencia, una preciosa niña que llamaron CALDOSA. En fin, un peculiar reino con no menos peculiares reinantes.
Se me olvidó comentaros que todos vivieron felices, y como no, comieron SOPA CALDOSA DE GARBANZOS, FIDEOS Y ARROZ.
Y ahora sí, colorín colorado, este suculento y sabroso cuento me lo he zampado.
Lo que más nos interesa de esta historia es que al cabo de unos años de reinado tuvieron un hijo al cual no sabían como llamar. Querían ser originales y darle un nombre nuevo que no existiera y que todo el mundo pudiera en un momento dado recordar sin ningún tipo de duda.
Como eran unos buenos reyes, gustaban de hacer partícipes a todo el pueblo de las decisiones más importantes del reino, por lo que optaron por realizar una consulta a todo el mundo para elegir el nombre del nuevo príncipe y futuro rey.
Los ciudadanos tuvieron toda una semana para poder ir a palacio y participar en esta peculiar consulta. hubo nombres para todos los gustos: Jaime de Todos las Santos, Francisco Javier I, Alcornoque, Segismundo...
Finalmente el nombre que obtuvo más votos fue el de SOPA. No hubo duda. Ganó por mayoría absoluta. Dos de cada tres personas que participaron en esta trascendente decisión votaron por el nombre de SOPA. El príncipe y futuro rey de ALOMEJOR se llamaría finalmente SOPA DE FIDEO Y ARROZ.
Aquí no acaba todo. Cuando el príncipe se hizo mayor se casó con una bella muchacha llamada GARBANZA, que llegó a ser reina de ALOMEJOR junto al rey SOPA.
Ellos tuvieron también descendencia, una preciosa niña que llamaron CALDOSA. En fin, un peculiar reino con no menos peculiares reinantes.
Se me olvidó comentaros que todos vivieron felices, y como no, comieron SOPA CALDOSA DE GARBANZOS, FIDEOS Y ARROZ.
Y ahora sí, colorín colorado, este suculento y sabroso cuento me lo he zampado.
1 comentario:
Este cuento a estado muy bien.Parece que el niño que lo a escrito tenia hambre
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