Érase una vez una familia pobre con cinco hijos: Buha, Calamig, Suba, Machay y Haba. Sus padres Hapang y Himae eran costureros y le daban 1 dirham al día y no daba para todos. Un día Buha y Suba encontraron una anciana que les ofreció una puerta y ellos la aceptaron. Se metieron en su casa y se hicieron ricos.
Otro día Buha y Suba se encontraron un pobre y les pidió dinero. No le dieron ni 1 dirham, entonces les devolvió a su casa y no vieron la puerta nunca más. Cuando Hapang y Himae no veían a Buha y Suba se preocuparon y mandaron a Calamig y Machay. Les pasó lo mismo y por último mandaron a Haba. El pobre le preguntó si le daba dinero y le dio todo lo que llevaba encima. El pobre le indicó el camino para salvar a la princesa Saadilla del Dragón Rojo. Haba emprendió camino hacia su casa a por un escudo y una espada, luego tardó dos días en llegar al jardín donde dormía el gran Dragón Rojo. Al entrar pisó una rama seca y la rompió. El Dragón despertó, Haba luchó contra el Dragón, la princesa Saadilla lo vio desde su balcón, lucharon y lucharon y Haba le mató, pero estaba herido. Saadiya bajó y le curó . Al día siguiente cogieron un caballo y regresaron. A los dos días llegaron. Todo el pueblo se inclinó al verlos y los padres se tranquilizaron. En la cena dijo Saadiya, ¿Cómo rescatarles?: casándose.
-En una semana nos casaremos y aparecerán tus hermanos. Y así hicieron.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
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