Érase una vez unos gemelos que le llamaban Irín e Irán. Eran muy peligrosos, tenían los dientes rojos como un diablo y también tenían los ojos rojos. Todo el mundo tenía miedo de ellos y un día descubrieron algo misterioso, que su futuro estaba a punto de cambiar. Cogieron sus motos-diablo hasta el futuro y fueron hasta el Instituto del Poder.
Aprendieron el poder del fuego y fueron a salvar el futuro con su poder. Anunciaron en todo el mundo que Irín e Irán habían salvado el mundo pero un día Irán se murió en la lucha e Irín le llevo a la Casa de la Investigación y en la casa vivía un duende. El duende le dio unos polvitos mágicos y cuando se recuperó se fueron muy contentos al presente.
Cuando llegaron todo el mundo les estaba esperando y ya nadie les tenía miedo.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
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