Había una vez una urraca. Le gustaba cantar y se llamaba Paca. Una urraca que quería ser cantante. Su dueño cada vez que cantaba se enfadaba. La quería cocer pero no podía porque la urraca un día le picó y tenía miedo. La urraca ya estaba harta y un día cuando su dueño fue a limpiar la jaula se escapó, pió tres veces, pío, pío, pío y dijo ¡adiós, hasta siempre!
Su dueño se quedó triste pero la urraca estaba contenta. Pasaron siete días y la urraca se sentía feliz. Al final acabó cantando con las otras urracas.
Autora: Cri.
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